NOTA DE PRENSA

             Castellón, 26 de septiembre de 2017.

             GECEN EXIGE QUE SE GESTIONE EL AGUA DE LA MARJALERÍA Y QUE NO SE SIGA CON UNA PLANIFICACIÓN INSOSTENIBLE CUYO OBJETIVO FUNDAMENTAL ES LA DESECACIÓN.

             LA ASOCIACIÓN SOLICITA AL AYUNTAMIENTO QUE INDIQUE LAS OBRAS HIDRÁULICAS EJECUTADAS DESDE 2006.

             En la Marjaleria de Castellón se han realizado en la última década una serie de obras hidráulicas encaminadas, según se señala, a sanear el marjal y reducir el riesgo de inundaciones

             Infraestructuras de todo tipo como colectores, estaciones de bombeo o canalizaciones de aguas subterráneas y superficiales se han ido construyendo en los últimos años, ignorando que la Marjaleria de Castellón conforma un paisaje que se debe a la presencia del agua y que sostiene una diversidad biológica y unos ecosistemas hidrodependientes.

           Fijar como objetivo prioritario la eliminación del agua, en lugar de la gestión del agua como elemento estructural y conformador de la Marjaleria, conlleva la eliminación irreversible de los valores de todo tipo que el espacio atesora.

             Es por ello que la asociación ha solicitado al Ayuntamiento una relación de las obras hidráulicas, o cualesquiera otras obras relacionadas con la gestión del agua, que se hayan ejecutado en la Marjaleria desde 2006 y aquellas que se prevé ejecutar. 

            GECEN pide también al Ayuntamiento que indique qué gestión del agua se ha realizado encaminada a la protección de los ecosistemas, de la biodiversidad y del paisaje de la Marjaleria.

           La asociación muestra su preocupación por la deriva desecadora con la que se ha gestionado la Marjalería desde hace décadas y que, incomprensiblemente, tiene actualmente una continuidad, si cabe, más intensa.

          Un bosque no es bosque sin árboles y un marjal no es marjal sin agua por lo que GECEN exige al Ayuntamiento que planifique la gestión del agua de la Marjaleria, garantizando la cantidad y calidad necesaria para que el espacio sea funcional a nivel esosistémico y paisajístico. Todo ello, obviamente, haciéndolo compatible con la seguridad de las personas